Sabemos que el sistema de transporte público de Lima es terrible. Tenemos a choferes, en gran parte, irresponsables que conducen buses antiguos ante la mirada pasiva de los pasajeros quienes, por temor a llegar tarde a su destino, apuran al conductor detenido por la policía a que le suelte un sencillo. En resumen, estamos en la “B” en el tema y es algo que me indigna tanto a mi yo pasajero como a mi yo ciclista. 

Los que han podido leer textos míos saben que estoy a favor de las diversas iniciativas que pretendan cambiar la realidad actual del transporte. Sin embargo, en este caso no es por ser mala onda ni por no querer apoyar iniciativas proyectos que contribuyan a que todos tengamos un transporte digno, pero pienso que en el llamado #ParoDePasajeros, convocado para este miércoles 30 de abril por el grupo Derechos Pasajeros, con el objetivo de hacer mostrar la opinión del usuario de transporte público al transportista, estamos apresurando las cosas. No se está teniendo la previsión necesaria, ni se ha comunicado adecuadamente el cómo, ni las alternativas reales que puedan tenerse, ni se ha medido el impacto real que puede tener.

Espíritu de cuerpo

En primer lugar , me da la impresión que se ha querido homologar este paro con los que suele realizar el gremio de transportistas, a fin de causar un impacto (tengo entendido que económico , pasando por la movilización social) en las empresas de transporte para que se den cuenta de que no funcionan sin sus pasajeros y que nos vean realmente como clientes. Sin embargo, hay que entender que los transportistas, al funcionar como gremio, tienen la ventaja de que "decisión que se toma, decisión que se acata". Si se decide ir a paro, van todos a paro y es por un motivo en común del cual todos sus miembros están enterados. En el caso del Paro de Pasajeros, es necesario que todos los pasajeros estemos concientizados de la importancia que guarda este tema como parte de un programa completo de educación vial (que implica uso de paraderos autorizados, saber que no debería haber tantas rutas como ahora, uso adecuado de cruceros peatonales, etc.) que, lamentablemente, no es algo de lo que todo el público sea consciente.

"Vivo en Comas y estudio en Surco ¿Cómo hago para llegar a estudiar?"

El siguiente punto lo sé porque me ha pasado algunas veces en los comentarios a ciertos posts en el blog : Tienes que conocer al público al que te estás dirigiendo, estar preparado para las respuestas y consultas de los lectores y proponerles alternativas realistas. Sé que, por diversos motivos, no puedo lograr que en los que leen este blog vayan todos en bicicleta a sus trabajos u otros destinos, pero sí pretendo ejercer cierta influencia en aquellos que sí pueden para que lo evalúen como alternativa saludable, generando un debate e intercambio de comentarios y propuestas. Ahora, personalmente, pienso que decirle al público, de buenas a primeras, "tal día no tomen buses, empecemos el cambio" es muy paja, pero utópico debido a que hay mucha, muchísima gente que vive a más de una hora de distancia en transporte público, que no tiene bicicleta, patines o skates o no tiene la confianza de dejarlos en un lugar seguro y a ellos no se les brinda, así hagan consultas al respecto en los comentarios, mayores alternativas para participar en el paro. Se  genera una ruptura entre quien propone y quien recibe la propuesta. El público objetivo se reduciría tan solo a aquellos que sí pueden caminar o usan un transporte alternativo, que son la minoría. Y tan solo con una participación de la minoría es muy difícil hacerle cosquillas al bolsillo de los transportistas. El impacto económico sería mínimo, menor aún sería el impacto en medios. Esto tiene que ser realmente masivo para funcionar.

El ciudadano de a pie ¿realmente quiere cambiar sus hábitos de transporte?

Repito, no es por ser pincha globos pero creo que, antes que intentar impactar en ganancias a los transportistas, debemos convenir en qué cosa significa un mejor servicio y que los pasajeros seamos conscientes que es lo que debe tenerse para una mejor vida en sociedad. Imaginemos que nos dieran a elegir (y es realidad en muchos casos) en una misma ruta entre dos líneas de buses: una con buses modernos que cobran S/. 1.20, que respetan los paraderos autorizados y la velocidad; y la otra con custers que cobran S/. 1, paran donde quieren y hacen carrera con otras unidades. Estoy seguro que mucha gente escogería las custers bajo el argumento de que "los lleva más rápido y los deja donde quieren para caminar menos" . Ese es el principal problema a atacar, antes que la velocidad o modernidad de los vehículos, que son consecuencia de lo primero. Mientras ese pensamiento prime, poco o nada va a cambiar por acá. Las iniciativas masivas no podrán concretarse.

Amigos que lean esto y estén organizando o participando en el Paro, tómenlo con la mejor onda y como temas a tomar en cuenta en futuras campañas . Yo feliz de aportar en lo que pueda (se me ocurre que todos usemos una misma prenda con alguna leyenda o subir a exponer los beneficios a los buses, o elaborar un listado o protocolo de frases para responder, alturadamente, a conductores faltosos, ¡en verdad hay tanto por hacer!), pero pienso que el principal problema, y por donde debe empezarse, es la mentalidad de nosotros, los pasajeros, algo que también intento desde este espacio: Darnos cuenta que el cambio puede costar esfuerzo y tiempo, pero que siempre será para mejor.

Para mayor información respecto al problema del transporte en Lima (como por qué los choferes están en esta lucha encarnizada por pasajeros) las podrán encontrar en los reportajes realizados hace unos años por INFOS. Los pueden encontrar aquí.