#ElPerúQueQueremos

A propósito de la Tuberculosis

De por qué no publico hace algunos meses sobre ciclismo urbano

Publicado: 2015-03-25

Aprovecho para escribir algo no relativo al tema que este espacio se ha dedicado desde sus inicios, el ciclismo urbano, para hablar justamente de algo que me ha impedido subirme a pedalear tanto como antes: la tuberculosis. Ayer fue el Día Mundial de la Tuberculosis, una enfermedad que está lejos de ser erradicada y que tiene alta incidencia en nuestro país. Lamentablemente, poca o nula difusión se le ha dado el día de ayer. Ante eso, comparto lo que escribí en mi muro de Facebook sobre el contagio y cómo se sobrelleva esta enfermedad, que está más cerca de nosotros de lo que creen.

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Hoy es el Día Mundial de la Tuberculosis. Puede que esta enfermedad nos pueda parecer lejana o improbable para cualquiera de nosotros (Alguna vez hemos escuchado mencionarla en una campaña del Estado o en alguna canción de los Embajadores Criollos). Sin embargo, vivimos en un país y una ciudad donde la incidencia de TB es bastante alta y es probable que tengamos casos de gente cercana con ella. Yo, por ejemplo. 

Para hacerla corta: En octubre me diagnosticaron con TB pleural, luego de ir al médico varias veces debido a un dolor pulmonar que no se iba y que no se sabía qué era hasta que se tuvo que hacer una cirugía y tomar muestras de mi no-fumador-e-impecable pulmón. Ahí recién se confirmó el diagnóstico y empecé mi tratamiento, aún en proceso.

¿Cómo me contagié? No lo sé. Lo más probable es que haya sido en el transporte público en una ecuación así: Invierno + micro lleno + ventanas cerradas + persona con TB cerca. Así de fácil, así de sencillo. No la pensemos como una cosa remota, sino como en algo con lo que, lamentablemente, estamos conviviendo. Está más cerca de lo que creemos, y por eso, mi mayor consejo es ABRAN LAS VENTANAS DE LOS BUSES SIEMPRE. SIEMPRE. Entiendo que nunca faltará la gente dudosa que diga "pero me voy a resfriar", o la gente sin criterio que diga "pero me voy a despeinar" (?). En una ciudad como Lima, debería haber un protocolo o reglamentación de que todas las ventanas deberían ir abiertas debido al riesgo alto de contagio pero, como no lo hay, nos toca a nosotros proceder. Solo piensen esto: si el resfriado ya está ahí, no hay ventana que ayude y bastarán uno o dos días, descansar y tomarte un par de pepas para estar recuperado. Con la TB, la realidad es otra. Serán seis meses, como mínimo, tomando diariamente más de diez antibióticos que te patean el hígado, bajan tus defensas y que exigen dieta estricta. Todo eso en el mejor de los casos. Quienes portan la enfermedad en el tipo MDR (MultiDrogo Resistente) tienen el asunto más complicado. Son pastillas, inyecciones y muchas limitaciones por año y medio. Creo que nadie quiere eso ni para sus enemigos. Lo alarmante es que en América somos el país con mayor cantidad de casos de MDR (!), así que no podemos voltear la cabeza para el otro lado diciendo "nica yo me voy a contagiar de eso".

Al quinto mes (de seis) de tratamiento y casi 900 antibióticos después, les puedo decir que, a pesar de todo, algo de suerte he tenido pues el tipo de TB que tengo no contagia y no es del MDR. He podido descansar, he recibido apoyo en la chamba y en casa. Y, lo más importante, en ningún momento me he sentido rechazado por la enfermedad lo que es una gran ayuda.

La TB se cura si se termina el tratamiento, que es gratuito y brindado por el Minsa, pero también es la causa de casi un millón y medio de muertes en el mundo anualmente así que no se debe tomar a la ligera. Por eso, antes que más peruanos tengamos que pasar por todo esto, lo mejor será prevenir. Abran siempre las ventanas y denle este consejo a alguien más. Ya si se informan un poquito más sobre la TB sentiré que este texto valió la pena. Será siempre por su bien. Se los digo de todo pulmón.

incidencia mundial de tb por país. Fuente: oms








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